Cerrando la culpa

La semana pasada una de vosotras me escribió algo así como: "Si esta muy bien todo lo que escribes de la culpa lo que es, los ejemplos... pero te olvidas de explicar como se trabaja ¿no?"

Es cierto, suelo hablar de "QUES" y a veces de "PORQUES" y pocas muy pocas veces de los "COMOS", esta es mi carta intima, algo que comparto con las que queréis estar al otro lado, lo hago desde la vulnerabilidad y la humildad e intento ser responsable con lo que escribo.

Hay temas que son fáciles de hablar de los "comos", por ejemplo de como trabajar o hallar nuestros valores, como detectar creencias y como saber si hacen de palanca o limitan, como hacer un DAFO para analizar una situación, o como utilizar una ventana de johari. Pero hay otros temas que son más delicados como, por ejemplo, como gestionar la culpa.

La culpa puede ser totalmente real, has hecho un daño objetivo a una persona y lo has hecho queriendo Ay! amiga ahí tal vez te toca (aviso! es una opinión formulada desde mi mapa*) aceptar, sentir y asimilar tanto la culpa como el hecho de que eres humana.

No somos seres de luz divinas, bajadas del cielo... no, no, no. Hemos decidido tener una vida terrenal, mundana, real, palpable en la que aprendemos, nos equivocamos, sentimos (bonito y menos bonito vamos, feito). Y cariño sí te enfadas, haces cosas mal, haces cosas bien ríes y disfrutas porque vives.

Pero otras veces, otras veces la culpa la sientes por que hay un chantaje emocional detrás. Alguien sabe esa creencia que te ata, que te limita, que utiliza para que hagas lo que quiere a través del chantaje emocional, porque si no lo haces, puede rechazarte, alejarte, aislarte, humillarte... y eso lo temes, por eso sostienes a esa persona a tu lado aunque te hace sentir culpable de cada cosa que opinas, piensas, haces... Y ahí no tienes que aceptar la culpa, ahí se puede hablar de heridas, de poner limites, de que toleras de más, de autocontrol, depende.

Incluso la culpa se puede vestir con ira y con tristeza por perder a alguien, por lo que le dijiste antes de que se fuera, por lo que callaste, por lo que alguna vez deseaste que pasará, por no haberle ayudado, por no haberte ayudado a ti antes, culpa de algo fortuito, accidental... Ahí la culpa no es porque se fue, es por lo que paso mientras estaba y ya no puedes reescribir. Y eso se trabaja de otra manera.

Si la culpa se viste con vergüenza, tiendes a esconderla. En seguida le aparecen de amigos los pensamientos intrusivos que secuestran tu capacidad de concentración, tu objetividad, y se quedan los tres en tu atención, puede que la vergüenza y la culpa te silencien, ahoguen tu voz y el miedo al juicio, al abandono aparezcan. Y como ya te habrás dado cuenta ahí se necesita otro como para seguir andando.

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