Resaca emocional
Son las 14:02 estoy en el tren dirección a casa.
Desde que nos hemos despertado tanto mi "compi" como yo nos preguntamos el motivo de este cansancio.
- Esta mochila me pesa más que el viernes cuando vine y no llevo nada nuevo.
- siento como si hubiese trasnochado o hubiese hecho un esfuerzo físico.
Una de las dos, no diré quién, se sobresalta con la llegada del tren. Hasta un desconocido cerquita nuestro dice: uy! Creía que te había pasado algo.
Nos reímos pero es verdad estamos entre hiperestimuladas, cansadas, sonrientes, reflexivas...
Entonces ya llevaba un rato resonando en mi cabeza el concepto resaca emocional.
Cuando tengo 2 min. Por si mi recuerdo es muy vago decido que San Google me ayude a refrescar la memoria.
"Podemos identificarlo como agotamiento, apatía, tener la cabeza embotada, necesito descansar."
"Hipersensibilidad"
"El cerebro esta en sobredosis"
"Pasa cuando se han vivido un cúmulo de emociones en un tiempo acotado."
Parece que estas frases tienen sentido. Yo me considero más introspectiva que extrovertida, siempre le doy vueltas a esta idea ¿lo soy, lo creo, lo era? No se.
Este fin de semana he viajado a Madrid a poner cuerpo a esas bellas almas que solo veía en las clases de zoom de cuello a coronilla.
36 semanas viendonos y escuchandonos, como unas 245h. ¡Ojo! Que escribiendolo me voy haciendo consciente.
En esas horas hemos hablado de nuestros objetivos, de nuestros miedos, han salido creencias, puntos de dolor, visión o misión propia... Han salido muchas cosas.
Gracias por mostraros como sois, por abriros, por dejar que me haya asomado a vuestras vidas siendo puramente desconocidos.
Se oyó varias veces y de diferentes personas frases parecidas a:" Es increíble el ambiente que se ha creado, como congeniamos."
Claro, es que nos llevaban de la mano personas maravillosas con años de experiencias, multidisciplinarios, con una mochila enorme que han abierto y compartido todo su equipaje con nosotros. Gracias profes.
Y así es como reafirmo la idea de la resaca emocional.
Estaba emocionada, expectante, contenta, pero no os voy a engañar ( he dicho que soy introspectiva por algo) ¿y si me siento incómoda? ¿Y si no me encuentro siendo natural? Esa incertidumbre también estaba junto a la alegría, y el resto de emociones y sentimientos.
Cada saludo, era mejor.
Las conversaciones, mejor.
La naturalidad de la reunión, increíble.
Nos rasgamos el alma y hacemos una rueda con la pregunta: y ahora ¿cual es tu siguiente paso? ( o algo así). Y sale, sale el que tiene dudas, el que quiero seguir formándose, el que quiere aplicar estas herramientas a su actual trabajo, el que quiere especializarse. Quiero tener tiempo para escuchar cada historia. Me gusta escuchar a las personas y me gusta más escucharlos a ellos. Yo también me lanzo a la piscina y les cuento de esta Newsletter, del perfil de Instagram, de la web, y de los siguientes pasos.
No suelo contarle a mucha gente mis planes, ni mi visión, no es por nada en especial, la mayoría de veces es porque este espacio de reflexión en voz alta, de no juicio, de explorar no se da de esta forma tan organica.
Sí tengo resaca emocional, por que este fin de semana me han inundado emociones, porque salir de mi zona de confort social no me es fácil, porque he contado mis miedos, porque he acordado proyectos, porque me estoy exponiendo al mundo y me encanta y aterra a la vez y casi igual.
Mi mente me trae recuerdos mientras escribo, fragmentos de conversaciones, alguna frase que no he dicho, otra que si. Me quedo de observadora y veo estos pensamientos pasar por mi mente como las nubes que veo desde la ventanilla de tren en el cielo.
Este fin de semana es de cierres, de aperturas, y de punto seguido.
Estoy contenta con la experiencia.