¿Qué ha hecho que mis cambios hayan sido reales?
¿Existe algún truco que haga más fácil los cambios? esta es una de las preguntas que me han hecho estos días en una sesión de coaching.
Queremos cambiar y siempre hay resistencias, la frase perfecta sería quiero cambios sin cambiar y ¿Qué pasa? que es imposible que se den cambios en tu vida sino cambias.
Pero aun así quise indagar en la pregunta:
¿Existe algún truco que haga más fácil los cambios?
Y para ello me he ido a mis cambios y a los cambios que me llegan a mis sesiones y creo que esto te va interesar.
Hay tres movimientos que mueven el cambio, la transformación y si sabemos de donde se origina puede que identifiquemos recursos más adecuados para el cambio.
Es probable que haya más eh!, pero estos tres son fáciles de identificar y también tienen una secuencia de acciones que ayuda a su evolución.
De arriba hacia abajo, es como ese movimiento que empieza mental (cabeza) y acaba en la acción (pies).
Empieza con la revisión de juicios, creencias, es un proceso de relato interno y va hacia lo profundo de uno mismo.
En estos procesos es básico acompañar en el proceso desde la cabeza hasta los pies pasando por conectar con lo que uno siente (corazón): ¿Qué te genera esta forma de ser, pensar? ¿Qué te hace sentir conseguir X? ¿Cómo se siente si X?
De ahí, el corazón, a caminar (pies), la acción.
Una vez conectado desde la mente, el corazón da la coherencia que hace real las acciones. Pueden ser pasitos o saltos, es el movimiento lo que va ha hacer real y dará éxito a la transformación, al cambio.
Creo que todo en esta vida es más fácil con ejemplos y quiero traeros mi experiencia.
Dada mi salud desde la infancia, siempre he querido estar mejor y también es cierto que nunca lograba cambios en hábitos como deporte, movilidad, sueño... Para este ejemplo voy a coger deporte, ¿vale?
Que pasó hace unos años, que desde la cabeza, es decir, a nivel mental surgían frases como:
"Aunque no pueda hacer mucho ejercicio quiero hacer algo"
"Quiero tener menos dolor"
"Si pienso que no puedo hacer no hago nada"
"Quiero salir a correr"
"Me gustaría estar más fuerte"
En la parte mental había un dialogo claro, y había unas creencias. Habían creencias potenciadoras sí y también había creencias limitantes:
"Siempre me pongo mala"
"Si no puedo temer constancia por dolor o estar mala, volveré a dejarlo"
"No soy constante"
"Nunca lo consigo"
Yo quería el cambio, quería añadir un hábito nuevo a mi vida (Para que os hagáis una idea yo la mayoría de semanas no podía hacer educación física en el cole ni en la ESO), todo ese proceso era mental, argumentado mentalmente, era lo lógico, lo bueno, lo racional, lo que debía, lo que creía
¿Y que hizo que esta vez fuese diferente?
Contactar con el ¿para que? y contactar con lo que yo sentía hacia la situación que vivía y lo que yo sentiría si esa situación cambiase. Cuando el corazón entró, se alineo con la mente los pies se movieron solos, pase a la acción y la acción más importante era hacer sin pensar, durante semanas actuaba así:
Levantarse, desayunar, ropa de deporte, llaves, salir.
Levantarse, desayunar, ropa de deporte, llaves, salir.
Levantarse, desayunar, ropa de deporte, llaves, salir.
Sentía de forma tan clara el cambio, y era tan evidente lo que tenía que hacer "hacer como si ya fuese deportista".
En este ejemplo hay dos cosas que fueron claves para mi:
Alinear Mente-Corazón- Pies o lo que es lo mismo lo que pienso- lo que siento o quiero sentir- lo que hago.
Hacer como si... Este truco es maravilloso es callar esa voz interna que no te capacita por el modelaje que viene a ser hacer un recorrido de como se supone que piensa, siente, dice y hace alguien que si tiene lo que tu deseas obtener.
¿Os suena esto? coherencia.
Y para la coherencia hay que alinear lo que somos.